Corina Oproae (1873) was born in Făgăraş. She graduated from the Faculty of English and Spanish Philology at Babeş-Bolyai University, Cluj-Napoca. She writes poetry in Spanish, translates literary works from Romanian and English into Catalan and Spanish and she is an English teacher at a high school in Catalonia. She had her literary debut in the literary review Tribuna in 1996 and she published regularly in the literary review Echinox. In 2016 she published her first poetry book in Spanish, A thousand and one death (Mil y una muertes, La Garúa Publishing House).
Ni un instante Portasar
Allí Lucas es tan veloz que, si corre, las imágenes nuevas apenas si llegan a tiempo de remplazar a las antiguas. El viento sopla silenciosamente pero con eficacia, fricciones mínimas. Los huertos están rodeados de bosque y dentro del bosque, a través del procedimiento del paseo, Lucas ha encontrado un tilo muy grande, con las hojas blanquecinas por la parte de atrás, con un hueco muy grande en la base. Dentro había arena seca y sábanas para poder dormir cuando llueve y un frasco de mermelada. Allí Lucas no echa nunca en falta números para sumar, multiplicar y dividir y al final puede ...
Translated from
RO
to
ES
by Corina Oproae
Written in RO by Cătălin Pavel
Rebelión a la inversa
Su vida junto a Carmen Ottomanyi había comenzado de manera muy abrupta al acabar el primer curso de bachillerato. El día en que decidió marcharse de la ciudad, había ido a buscar a la tía aquella alta de la otra clase, una tal Fahrida (su viejo era iraní), que sin embargo se hacía llamar Frida. Se marchaba de la ciudad porque tenía el convencimiento de que cuando uno se va, deja atrás sus limitaciones; un convencimiento absurdo si bien, por otro lado, si uno nunca lo tiene acaba siendo objeto de compasión. Se encontró a la tal Frida con una pandilla de chicas, detrás del edificio, fuman...
Translated from
RO
to
ES
by Corina Oproae
Written in RO by Cătălin Pavel
El dilema del paraguas marrón La primera puerta a la derecha Nada
Había una vez, en la realidad, un paraguas marrón. Era ese tipo de paraguas grande, con mango de madera, debajo del cual caben hasta dos personas. Vivía en una heladería, en un rincón polvoriento. Dentro, se habían hecho la casa unas cuantas arañas de patas largas. Una noche..., era una noche de verano, el paraguas abrió los ojos y decidió: “Me voy”. El problema era que el paraguas marrón no tenía piernas y no podía irse a ninguna parte por sí solo. Alguien se lo tenía que llevar.
Al día siguiente, por la mañana, Carl abrió la heladería, como de costumbre, y se sentó detrás del mostra...
Translated from
RO
to
ES
by Corina Oproae
Written in RO by Anna Kalimar
Un ángel
—Shhh, que viene.
Los hombres se aguantan la respiración y permanecen inmóviles, amontonados en el callejón. Por delante de ellos pasa una mujer con un abrigo verde, bolso, zapatos y guantes de piel de serpiente. Sus tacones emiten un sonido agudo y del pelo recogido en un moño se le han soltado unos mechones. La calle peatonal está llena de gente que va de compras y el lujo descomunal de la mujer desentona. Aun así, nadie le silba; incluso hay quien se aparta al verla venir.
—Vamos, ahora —le susurra el mayor al otro, y los dos la siguen a hurtadillas.
Lo hacen a una distancia consi...
Translated from
RO
to
ES
by Corina Oproae
Written in RO by Anna Kalimar
Alameda Zorilor: el comienzo
Cada persona tiene derecho, y éste es un derecho divino, y tampoco puede ser de otra manera, a una última frase, no es obligatorio que esta frase sea larga, ni que se parezca a una nota de despedida, pero es importante que sea verdadera, tanta verdad cuanta quepa, de hecho, en una frase, sea ésta la última, porque la verdad tiene la costumbre de ser caprichosa, lo que no significa que no exista, está claro que existe, y se ha de decir, sólo que no se puede decir en un cuento, porque el cuento tiene su verdad, que no es lo mismo que la verdad verdadera, pero sin ser menos, y esta frase e...
Translated from
RO
to
ES
by Corina Oproae
Written in RO by Andrei Crăciun
El comunismo visto por los niños muy pequeños
Tengo cuatro años y no he subido nunca más allá del primer piso. Estoy convencido de que la serpiente azul de la barandilla es interminable, de que sube y sube y sube, de que hace estallar el techo de brea de nuestro bloque de pisos y avanza invisible hacia el cielo. Es un pensamiento que
no cuento a nadie. El miedo se me calienta bajo la flama de este pensamiento.
La gente baja de los pisos superiores, desde el cielo, a veces hablan en voz muy baja y yo no oigo lo que se dicen. Pero nunca hay un silencio pactado entre ellos. Nunca hay tran-qui-li-dad. Los susurros flotan de uno a ot...
Translated from
RO
to
ES
by Corina Oproae
Written in RO by Andrei Crăciun